lunes, 4 de febrero de 2008

Monstruoso: un Godzilla neoyorquino

Lo primero que te asalta a la cabeza cuando vas a ver esta película es por que tiene un título tan horrible, y por que en España siguen haciendo esas "traducciones", por llamarlo de alguna manera, tan libres a los títulos en versión original. Si consideran que no hay traducción pues se inventan el título directamente.

El título original de esta cinta, dirigida por Matt Reeves y producida por J.J Abrams el creador de la fabulosa Lost (Perdidos), es "Cloverfield" que es el nombre que el Gobierno estadounidense daría a una catástrofe que arrasara New York, ya se sabe del gusto de los americanos por ponerles nombre propio a las catástrofes, pero se ve que "Cloverfield" tendría menos tirón comercial que "Monstruoso".
Tirón comercial es algo de lo que sabe mucho J.J Abrams, con la campaña que ha hecho a través de internet antes del estreno de la película ya se aseguraba un éxito total de taquilla. Pero ha hecho una campaña inteligente, por ejemplo, introduciendo en la red vídeos de falsos noticieros donde se informaba de ataques a una base petrolífera y lo más importante, mantener en secreto el aspecto del monstruo hasta el estreno del film jugando con la curiosidad del respetable y creando mucha expectación.

¿Que nos encontramos cuando por fin "picamos" y vamos a ver la película?. La película, de las de "cámara en mano" como el "Proyecto de la bruja de Blair" o más recientemente la terrorífica "Rec", nos sitúa en la isla de Manhattan durante una fiesta de despedida que unos amigos organizan al protagonista por que ha aceptado un buen cargo en una compañía en Japón, país que vio nacer a Godzilla.
Mucha gente joven, una historia de amor, algo vista ya, y el típico torpe grabando todo lo que sucede. Aunque se agradece que los actores no sean conocidos, que sumado al "rollo videograbación casera" dan más sensación de realismo, pero son algo planos y su historia no interesa mucho.

Pero a partir del primer ataque del extraño ser empieza el verdadero espectáculo. Desde ese momento la sensación de horror, devastación, caos y pánico ante lo desconocido, con unas impactantes imágenes que nos recuerdan a cierto acontecimiento real ocurrido recientemente, traspasa la pantalla y se apodera del espectador en momentos verdaderamente escalofriantes, sobre todo en las contadas apariciones del monstruo que tiene un diseño impecable.

En algunas (inverosímiles) situaciones no entiendes ciertas reacciones de los protagonistas, pero por otro lado en muchos momentos el espectador se ve , como ellos, sumido en la incertidumbre ¿qué los ataca? ¿de dónde ha salido? ¿que quiere?, preguntas que quedarán sin respuesta; aunque ya se rumorea en algunos foros que se ha dado luz verde a una segunda parte que podría responder a esas preguntas y quien sabe, teniendo en cuenta el toque Abrams, si plantear otras.

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